EDITORIAL
Hoy queremos dedicar nuestro boletín a una persona muy querida que ya no
está con nosotros: María Eugenia Tavera, profesora de redacción, con una
gran personalidad y muy querida por sus cientos de exalumnas que pasaron a
ser las mejores secretarias y asistentes de gerencia del Perú y el mundo.
Un día, María Eugenia me dijo:
−Nita, no puedo creer que no sepas poner tildes.
−Kena, yo hice la escuela en inglés y en mi casa siempre hablamos
inglés−respondí un poco avergonzada.
Inmediatamente, tomó un lapicero, un papel, dibujó dos cuadros que hoy son
parte de nuestro libro de redacción y que copiamos más adelante. Esos quince
minutos que Quena me dedicó fueron suficientes para comprender la función de
esa “rayita” que debe caer sobre algunas vocales para indicar variaciones
que necesitamos respetar; por ejemplo: sobre esa vocal que lleva fuerza de
voz aún sin ser una sílaba tónica por naturaleza, que define un verbo en
pasado o que está ahí para diferenciarse de otra palabra igual, pero con
significado diferente como en el caso de las diacríticas.
Debemos hacernos amigos de las “tildes” y dedicarles algún tiempo para
identificarlas bien, comprender su uso y respetarlas siempre.
El cuadro que presentamos para la regla de acentuación general es simple y
fácil de recordar. Luego vienen las excepciones que podrán recordar
siempre, después de haber leído atentamente cada uno de
los cinco
casos y hecho algunos ejercicios prácticos.
En estas pocas líneas, hemos resumido todo sobre el uso de la tilde en
español: la regla general y las excepciones. Solo nos falta comentar que
las mayúsculas también se tildan. Existe la creencia que no, pero esto viene
de antiguas máquinas de escribir norteamericanas que no lo permitían;
entonces no teníamos más remedio que omitirlas.
Nita
Tortosa
Directora
IDEA Escuela de Negocios
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